Chaco Ra’anga es un viaje expandido. Un
viaje que es, a la vez, experiencia, escritura, imagen, y que partió de la
mirada de doce viajeros, que realizaron un recorrido por El Gran Chaco
Americano en mayo de 2015.
El objetivo del proyecto de la Agencia
Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) fue
visibilizar la riqueza cultural y ambiental del Gran Chaco y los conflictos a
los que se enfrenta. La AECID invitó, comienzos de 2015, bajo convocatoria
pública, a profesionales del mundo del arte y la cultura, las ciencias sociales
y naturales a presentar sus propuestas para desarrollar un proyecto en el marco
de su especialidad basado en un viaje científico cultural por el Gran Chaco
Americano.
La exposición Territorio
Acotado / Expandido fue una muestra colectiva basada en los proyectos
y obras de los 12 viajeros. La muestra, que contó con la curaduría de Lía
Colombino, se inauguró en noviembre del año 2017 en Casa América de
Madrid, y se expuso previamente en el Centro Cultural de España Juan de
Salazar (Asunción, Paraguay), en los Centros Culturales de España en Buenos
Aires, Córdoba, Rosario (Argentina) y en La Paz (Bolivia).
La exposición va acompañada de una
serie de actividades complementarias: un ciclo de cine, talleres impartidos por
los viajeros y un simposio con ponencias de expertos internacionales.
Más información en: http://www.chacoraanga.org/blog/
La invención de lo
cotidiano en el Gran Chaco: ¿Qué es una casa? tenía entre sus objetivos realizar registros sonoros,
visuales y audiovisuales de casas en los diversos puntos del itinerario de un
viaje que recorrería el Gran Chaco argentino, boliviano y paraguayo.
Durante el mes que duró el itinerario, mes de
mayo de 2015, busqué devenir una etnógrafa
ansiosa en el registro una
realidad que fue cambiante y heterogénea. Uno de mis propósitos fue trazar una
cartografía imaginaria sobre el habitar y el hábitat de lo cotidiano en los trayectos
recorridos.
En el viaje fui rediseñando
el proyecto. Un modo particular de gestión del vínculo con los/as otros/as –un estar con acotado espacial y
temporalmente– me llevó a repensar la idea inicial de realizar en las casas
entrevistas en profundidad. Rápidamente entendí que lo que me interesaba
problematizar con mi trabajo no eran sólo modos de vivir que se me escapaban sino
también mi modo de aproximarme a esos modos de vivir.
Fue así que, sin dejar de
hacer registros, comencé a problematizar mi mirada y en un trabajo que fue
intenso en la posproducción de los materiales realicé dos instalaciones. Ambas
problematizan las distancias que tenemos para acercarnos al otro/a, las
mediaciones que instauramos para hacer más aprehensibles realidades que se nos
escapan.
Instalación 1- Jajapo
oñondivepa (hagamos todos
juntos)
Comunidad precaria, convivir
inestable, efecto de conjunto o amontonamiento, Jajapo oñondivepa es producto de la invitación a viajar
a través de elementos fragmentarios recogidos en el itinerario de un trayecto
extenso por el Gran Chaco.
Partiendo de un conjunto
heterogéneo de elementos colectados: videos, audios, objetos, le propuse a 30
derivadores/as (artistas, académicos, pero también a un cocinero y un niño) que
generaran con esos fragmentos sus propias derivas ficcionales. Los elementos fueron entregados en
dípticos como dones a la espera de un contradón.
La propuesta: obliterar los documentos,
volverlos ficción en una prolongación inesperada de un viaje del que sólo yo
participé pero que comparto con 30 derivadores/as. Derivar para generar nuevas
formas de agenciamiento –científicas, o artísticas, o mixtas, poco importa la
etiqueta-. Derivar para conocer en una apropiación imprevista.
Un hacer
juntos que traduce en estar juntos, y funda una
comunidad imaginaria.
Conocer, así, lo lejano desde la proximidad.
Devolver a lo extraño, el carácter familiar. Esto es Jajapo oñondivepa (hagamos
todos juntos): la certeza de la ficción como único modo de conjurar lo
inconcluso del registro y la memoria.
Catálogo: http://cargocollective.com/jajapo-onondivepa
Instalación 2- Mombyry guive a hecha (Desde
lejos veo)
Imágenes tomadas de los frentes de las casas. Las
texturas como protagonistas de paisajes que se escapan y que hacen de la
distancia un dispositivo de visión.
Una mesa de trabajo como escenario de agrupamientos
caprichosos, que borran los recorridos entre geografías y reagrupan en base a
categorías exógenas (“detalles”, “frentes”, “rostros”…)
Una foto que se escapa de los márgenes de la
mesa de trabajo. Reposición de una fábula que parece hablar de la naturaleza y
el hombre, de su posible armonía, de su convivencia.
Una casa en el claro del monte desde la que
repensar la posibilidad de nuevas coordenadas para estar juntos.
Una imagen mítica como horizonte y distancia,
como detención del tiempo e instauración de nuevas coordenadas.
